Manu Chatlani

Director Ejecutivo de Jelly (www.jelly.cl)

Periodista. Obsesivo y díscolo. Fan de los que emprenden. Fundador y director ejecutivo de Jelly (@jellydigital), una agencia con alma digital para las marcas de hoy.  Escríbeme a este correo, contáctame rápidamente vía Twitter, visita el sitio de Jelly o lee mi bio completa aquí.

UN 2018 DIGITALMENTE INTENSO.

Que los abrazos no nos distraigan, porque la llegada de este nuevo año vendrá cargada con un montón de desafíos que las marcas y quienes trabajamos con ellas deberemos asumir tan pronto decanten las burbujas de los festejos.

1.- Facebook ya nunca más será lo mismo. No podemos depender del contenido orgánico, porque el alcance orgánico va camino al suelo. Hay un test en varios países donde el contenido orgánico de las marcas sale del muro a una pestaña especial. Solo verías contenido pagado de las marcas. Esto está en modo prueba pero... conociendo la historia de Facebook, debemos anticiparnos y estar en todos los puntos de contacto con la audiencia. Sí debemos aprovechar la potencia de la red emitiendo videos (creados y en vivo) y usándolos como caramelos (pero con contenido, no con publicidad!) que nos lleven a contenidos y experiencias más potentes.  

2.- La marca no sólo deberá parecer una bestia. Deberá serlo. Cada plataforma que le pertenezca deberá ser visualmente alucinante, rápida, responsiva. El nivel de experiencia de un usuario deberá ser inolvidable y eso asociado a data sobre sus gustos. Entenderlo para emborracharlo y cautivarlo. Cautivarlo, para que vuelva. Y para eso es necesario pensar desde el usuario. No desde la marca.

3.- Habrá que vestir a cada plataforma que use nuestra audiencia con un contenido diferente. No se tratará de replicar el mismo mensaje en todos lados sino aprender a contar historias de diversas formas. Tomar las piezas de un contenido y darle vueltas y usar ángulos distintos y contenido diferenciado. ¿Buenos ejemplos? Nike hace esto con la figura de Jordan o Netflix sorprende con un insight, así, por plantear algunos.

 4.- Instagram será tu copiloto. Con 800 millones de usuarios en el mundo y más de 3,5 millones en Chile, debe ser uno de los focos de muchas marcas. Pero ese foco va más allá de hacer videos y fotos. Es necesario inyectar horas para comentar, contestar, crear micro historias diarias e interconectarlas con los embajadores que se sientan identificados con nuestra marca. Experimentar con spinoffs y pequeñas historias de la marca, que conecten con ese gran relato. 

5. Debemos co crear, sin descanso, las experiencias que giren en torno al usuario. Ninguna plataforma por sí sola será el destino. Todas conectan, todas son parte de un algo mayor. Deberemos entender que todo está entrelazado. Y debe verse como algo totalmente coherente. Más que la cantidad de agencias (digital, PR, publicidad) detrás del trabajo de una marca o compañía, se debe ver una gran marca que piensa en el usuario. Punto. Menos egos. Menos premios. Más pensamiento conjunto.

6.- Escucharemos voces. Hacia el final de la década, un estudio Gartner predice que el 30% de la interacción en nuestros dispositivos será sin pantalla. Más temprano que tarde, nos rendiremos a la ayuda de asistentes digitales (Siri, Bixby, Google, Alexa) conectados a la voz desde el teléfono y gadgets en tu casa. Habrá que ver cómo las marcas indexan el contenido, donde el branding será más importante que la conversión. Viviremos la resurrección del podcast y la tarea será cómo producimos e indexamos voz para nuestra marca.

7.- Pese a todo, volveremos (o debemos volver) a lo básico. A veces en el pasado está el futuro*. Sigue siendo más relevante que nunca contestar cada reclamo, cada mención, analizar cómo nuestra marca da la cara y resuelve, cómo contestamos los chistes que hacen de nosotros con más humor. Y eso solo es cosa de monitorear, escuchar y responder. Y dedicarle muchas horas. Es más difícil de lo que parece. 

Ahora a cerrar el 2017 y salud. ¡Que sea un gran año para todos! 

*Predecir el futuro es imposible pero además deberíamos empezar el inicio de la masificación de contenido de Realidad Virtual (aunque falta para que sea algo totalmente mainstream).