Basta.
Basta.
De marcas que no responden o solucionan reclamos.
De los que siguen interrumpiendo con avisos que te joden la vida.
De hablar en difícil (o corporativo).
De subir precios para bajarlos falsamente en un cyberday.
De seguir hablando de transformación digital o metaverso cuando no eres capaz de contestar un reclamo en Twitter.
De tenerle miedo a tomar riesgos creativos.
De apostar contra digital. O contra la innovación.
Basta de pretender que todo volverá a ser como era antes.