El marketero de la vieja guardia
Seminario de avanzada. Todos hablando de digital, mientras que él se pasea entre los asistentes. Cómo reconocerlo. Fácil:
Sonríe mucho. Y se llena la boca de grandes promesas. Te habla de ser digital. De la importancia de que su marca haga activaciones modernas. De entrar a distintas redes. De innovar. Se ve entusiasmado. Y se va a su oficina. Pide presupuestos. Sacude áreas completas. Se junta con agencias y consultores. Se ve decidido. Y pasa el tiempo. Llega la gran campaña y a la hora de ejecutar, usa la misma frase: “No es el minuto”. Y vuelve a lo que sabe. Donde se siente seguro. Televisión. Diarios. Vía Pública. No es su culpa. Siempre lo ha hecho así. Misma fórmula. Premios, ventas y congratulaciones varias. Por qué arriesgarse ahora. Por qué mejor no seguir anclado en la seguridad y repetir. La fórmula es, en apariencia, segura. El es el que está dañando tu marca. Silenciosamente. Y lo más divertido: aún no te diste cuenta.